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¿Cuántas especies invasoras hay?
Avispa asiática, coipú, tortuga de Florida, cangrejo de río americano, cotorra argentina, miraguano, ailante. ¿Conoces estas especies? Son solo unas pocas de las más de 170 especies exóticas invasoras que existen en Cataluña. Puedes encontrar más información sobre estas especies, donde encontrarlas en Cataluña y sus impactos en el proyecto Exocat.
Las especies exóticas invasoras (que no son todas las exóticas que conste) son uno de los mayores problemas para la biodiversidad que tenemos actualmente. Muchas de estas especies introducidas no tienen competidores en el nuevo entorno donde habitan y lo alteran completamente. Además, pueden causar importantes daños económicos y sanitarios.
A principios de septiembre salió un informe del IPBES (Panel Intergubernamental Científico-normativo sobre Diversidad Biológica) donde se alertaba de la amenaza que suponen las especies invasoras. El informe, elaborado por 86 expertos de 49 países, expone que el ser humano ha introducido más de 37.000 especies exóticas en todo el mundo y, de éstas, más de 3.500 se pueden considerar invasoras, causando daños en la naturaleza, personas y la calidad de vida.
Para entender en profundidad el informe, que puedes encontrar entero en este enlace, vamos a hacer un repaso de los principales puntos.
Papel en la extinción de especies
Las especies invasoras se consideran una de las cinco principales causas de la pérdida de biodiversidad, junto a la contaminación, los cambios en el uso de la tierra y el mar, el comercio y la explotación de especies y el cambio climático.
Los impactos que tienen las invasoras, mencionados brevemente más arriba, son:
- Los cambios que provocan en los ecosistemas, impidiendo o dificultando la supervivencia en las especies nativas.
- Depredación y herbívoria, reduciendo las poblaciones de las presas, incapaces de hacer frente a la nueva amenaza.
- Competencia por los mismos recursos o nichos ecológicos por lo que las especies nativas se quedan sin comida o sin lugar donde vivir.
Uno de los puntos en los que se notan más claramente estos efectos es en las islas, donde serpientes, ratas, gatos y otras especies invasoras han hecho desaparecer gran número de pájaros, anfibios, reptiles y mamíferos.
Coste económico y social
Pero los daños en la biodiversidad no son los únicos que provocan las especies exóticas. Se calcula que el coste económico de estas especies, en 2019, fue de más de 423 millones de dólares, mientras que más de un 80% de los impactos que provocan son negativos para la calidad de vida y los servicios que ofrece la naturaleza a las personas.
Los efectos que estas especies pueden tener para el ser humano están vinculados a la seguridad alimentaria, a la calidad del agua, la salud e, incluso, a la identidad cultural. Y quienes más lo sufren son las poblaciones indígenas, ya que son las comunidades que están más en contacto con la naturaleza.
Como ejemplo de alguno de estos impactos, en el territorio español tenemos el mosquito tigre, que puede transmitir enfermedades tropicales como la chikungunya, o la avispa asiática, que ataca las colmenas y provoca pérdidas económicas en el sector abellaire.
Gestión de especies invasoras
La erradicación y control de las especies invasoras es uno de los objetivos definidos en la COP15 sobre biodiversidad de Kunmig-Montreal, lo que implica a los gobiernos a cumplir el objetivo definido en el Marco Global de Biodiversidad firmado.
Por ese motivo, la gestión de las especies invasoras es clave para reducir el daño que causan. Sin embargo, hay que tener en cuenta que son las actividades humanas las que han permitido el movimiento de estas especies y los animales, plantas y hongos no tienen la culpa de estar en un lugar donde no les corresponde.
Cuando una especie invasora se ha establecido en un entorno, es necesario establecer un plan de erradicación, si es posible, para eliminarla. Si no es posible, es necesario gestionar sus poblaciones para minimizar el impacto.
Sin embargo, la mejor solución es prevenir su llegada y detectar rápidamente su presencia antes de que se establezcan. El informe del IPBES expone que las estrategias de prevención y preparación son las más eficaces a nivel de coste y resultados para gestionar el riesgo que suponen las invasoras.
Además, argumenta que una gobernanza integral, combinando esfuerzos a distintos niveles, es la forma más adecuada para actuar contra esta amenaza. Los trabajos a nivel local, nacional y regional, así como la colaboración entre sectores, pueden conseguir resultados positivos y que se cumpla el objetivo 6 del Marco Global de Biodiversidad.