Producción y consumo sostenible: el gran reto de las empresas del futuro

portada produccion sostenible

En un mundo donde los recursos son finitos y los desafíos ambientales son cada vez más urgentes, los productos y el consumo sostenibles se presentan como la alternativa viable y necesaria para las empresas y los consumidores.  

Este modelo no solo busca optimizar el uso de los recursos y la circularidad, sino también transformar la manera en que las organizaciones operan, la necesaria colaboración a lo largo de la cadena de valor, la relación con su entorno y, lo más importante, la toma de conciencia del consumidor.  

A medida que nos adentramos en el horizonte 2030, con las crisis climáticas y de escasez de recursos como telones de fondo, la producción más sostenible, el control y proximidad de los recursos aporta una gran ventaja competitiva, particularmente en Europa donde hay escasez de recursos primarios y existe una elevada dependencia del exterior. 

Asimismo, los consumidores cada vez están más concienciados y exigen información fiable y contrastada para tener en cuenta en su toma de decisión a fin de consumir productos más sostenibles. 

El contexto actual: urgencia y oportunidad

Actualmente, las empresas viven el denominado “tsunami normativo” en ESG (Environmental, Social, and Governance) con regulaciones y compromisos emergentes en cuanto a la incorporación de la sostenibilidad en sus estrategias y obligaciones de reporting a nivel corporativo, la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) por ejemplo que entró en vigor en 2024, exige un enfoque más riguroso y transparente hacia la sostenibilidad.  

Esta elevada presión en cuanto a requisitos y compromisos corporativos facilita la identificación de los temas materiales y marca una ruta. Dentro de los temas materiales y las correspondientes estrategias y planes de acción, el ESRS E5 (European Sustainability Reporting Standards – E5), se centra específicamente en la medición y divulgación del uso de recursos y la economía circular, proporcionando a las empresas una guía clara sobre cómo informar sobre sus iniciativas en este ámbito. 

Así, las acciones dirigidas hacia el uso sostenible de recursos y economía circular juegan un papel clave, considerando la premisa de que los productos deben ser diseñados para ser reutilizados, reparados, reciclados, etc. intentando siempre mantener los recursos el máximo de tiempo en uso.  

Este impulso de la CSRD a las empresas a adoptar prácticas más circulares va alineado con el Plan de Acción para la economía circular de la UE y las regulaciones que de él se derivan para avanzar hacia la economía circular afrontando las distintas problemáticas que la obstaculizan. En este sentido, las empresas deben adaptarse rápidamente para cumplir con estas nuevas regulaciones y también con las expectativas del mercado y del consumidor. El objetivo no es solamente el cumplimiento legal y las expectativas, sino también generar oportunidades económicas para las empresas. 

Regulaciones

Algunas de las más recientes regulaciones que aceleran a las empresas hacia los productos y consumo sostenibles son las siguientes: 

Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM)

El CBAM (Carbon Border Adjustment Mechanism) es una iniciativa de la Unión Europea diseñada para abordar la huella de carbono de los productos importados. El objetivo principal es prevenir el “desplazamiento de emisiones”, es decir, evitar que las empresas trasladen su producción a países con normas ambientales más laxas, promoviendo también en este contexto el aprovisionamiento más sostenible y, si es posible, más local de los recursos.  

Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles (ESPR) 

La implementación del ESPR (Eco-Design for Sustainable Products Regulation), recientemente aprobado, sienta las bases para garantizar que los productos sean diseñados teniendo en cuenta su ciclo de vida completo y que la información disponible para el consumidor sea homogénea y fiable a través del Pasaporte Digital de Producto. Algunos sectores estarán claramente afectados a medio plazo como es el sector textil y del hierro y acero, pero otros muchos productos serán progresivamente regulados como los detergentes, las pinturas, el mobiliario, los productos químicos, los equipos consumidores de energía, etc. 

Alegaciones ambientales o Green Claims

La propuesta de la Directiva Green Claims es una iniciativa de la Unión Europea destinada a garantizar que las afirmaciones ambientales de las empresas sean claras, verificables y confiables. A medida que los consumidores se vuelven más conscientes de la sostenibilidad, es crucial que las empresas sean responsables de la forma en que comunican sus afirmaciones ambientales, asegurándose de que están respaldadas por evidencias verificables.  

Packaging y residuos de Packaging (PPWR) 

El PPWR (Packaging and Packaging Waste Regulation), pendiente de su aprobación definitiva, establece un marco regulatorio que promueve la reducción de residuos de envases, establece su reutilizabilidad y, cuando no es posible, su reciclabilidad y obliga a la incorporación de materiales reciclados. Este es un momento clave para las empresas reconsideren el diseño más sostenible de sus envases. 

Desperdicio alimentario y de residuos textiles

 La revisión de la directiva marco de residuos, que se aprobará previsiblemente en 2025, abordará dos desafíos actuales. El primero es la reducción del desperdicio alimentario en toda la cadena alimentaria, obligando a medir, reportar y actuar. Y, en segundo lugar, la reducción del impacto de los residuos textiles, aplicando el sistema de la Responsabilidad Ampliada del Productor, enfocándolo no solamente a la gestión al final de vida sino a la etapa de diseño de los productos, penalizando aquellos productos con una vida corta y difícilmente reciclables. 

Soluciones para afrontar las regulaciones y las necesidades de circularidad

Packaging y Ecodiseño

Los envases y los plásticos de un solo uso generan un elevado impacto especialmente al final de su vida útil, siendo, además, usados extensiva e intensivamente en la mayoría de los sectores productivos. Las regulaciones cada vez más estrictas juntamente con la creciente conciencia por parte del consumidor, aboca a las empresas a adoptar políticas para alcanzar envases más sostenibles, trabajando de cerca con sus proveedores.  Elaborar una línea base detallada de los envases que se ponen en el mercado y marcar objetivos y planes de acción detallados son actividades recomendadas para aquellas empresas comprometidas y que desean adelantarse al cumplimiento de las regulaciones. 

En general, en el ámbito de los productos sostenibles, cabe destacar la importancia de adoptar principios de ecodiseño que prioricen la durabilidad, la reparabilidad y la reciclabilidad de los productos, formando equipos multidisciplinarios que integren estas consideraciones desde el inicio. 

Consideraciones para el diseño de Packaging Sostenible

Esta guía explora las tres consideraciones clave a la hora de implementar el diseño de envases sostenibles y los beneficios para las organizaciones.

Análisis del Ciclo de Vida (ACV)

Un componente crítico para la implementación efectiva de la economía circular es el uso de la metodología de Análisis del Ciclo de Vida (ACV). Esta metodología permite a las empresas evaluar los impactos ambientales de un producto a lo largo de todas las etapas de su ciclo de vida. En los próximos años, el ACV será esencial para identificar oportunidades de mejora, tomar decisiones informadas sobre diseño y producción y comunicarlas de acuerdo con las directrices de la Directiva de alegaciones ambientales. 

Los Análisis del ciclo de vida (ACV) de los productos pueden ayudar a las organizaciones a identificar riesgos medioambientales, demostrar beneficios medioambientales y permitir reducciones tangibles en el uso de recursos, la contaminación y los residuos. 

Uso de los recursos y recuperación de los residuos 

Ante la escasez de recursos, las exigencias legales en cuanto al uso eficiente de los recursos, juntamente con las obligaciones de reportar sobre el uso de recursos y la economía circular en la CSRD, las empresas necesitan abordar su responsabilidad en el destino final de sus residuos, aguas arriba y aguas debajo de la cadena y valorar las alternativas viables reales. A este fin, la elaboración de líneas base, análisis de flujos que faciliten la medición, establecimiento de objetivos e implantación de estrategias de circularidad, sistemas de residuo cero, etc. son claves. 

De forma análoga, la responsabilidad de los productores ya no se limita a la gestión al final de vida del producto. Los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor son los instrumentos más extendidos y progresivamente se amplían en cuanto a obligaciones y mayor fiscalidad para los productores en función del diseño de sus productos y el grado de sostenibilidad. Hay cada vez más productos afectados y el sistema RAP se aplica en más países, por lo que las empresas que exportan sus productos deben asegurar la identificación y el cumplimiento de las legislaciones aplicables en cada país y actuar en las fases previas de diseño del producto y no solo al final de vida. 

Formación corporativa

Capacitar a los empleados y stakeholders sobre la economía circular y la gestión de residuos resultará a largo plazo esencial para crear una cultura organizacional alineada con los objetivos de sostenibilidad. Al involucrar a todos los niveles de la organización, desde los empleados operativos hasta los socios estratégicos, se fomenta una mentalidad colectiva orientada a la reducción de residuos, la reutilización de recursos y la innovación sostenible. 

Además, una formación bien estructurada permite que los empleados identifiquen oportunidades dentro de sus propias funciones para aplicar principios de economía circular, lo que potencia la eficiencia operativa y el valor sostenible a largo plazo. 

Un cambio de paradigma

Aunque vivimos en el tsunami normativo en cuanto a ESG corporativo, y se va dibujando una hoja de ruta clara que todas las empresas deberan abordar, queda todavía mucho recorrido para trasladar dichos compromisos a programas, planes de acción operativos. 

Adoptar los principios de la producción y el consumo sostenible no es simplemente una cuestión de cumplir con regulaciones; es un cambio de paradigma que requiere un compromiso a largo plazo.  

Las empresas deben replantear sus modelos de negocio, invertir en innovación y colaborar con proveedores y clientes para crear cadenas de valor más sostenibles. Esto implica un enfoque proactivo en la gestión de recursos y la consideración de los impactos en cada etapa del ciclo de vida del producto. 

¿Cómo te puede ayudar Anthesis? 

Nuestra experiencia diferenciada en productos sostenibles y circularidad en variedad de sectores y en diferentes eslabones de la cadena de valor nos permite conocer con profundidad las necesidades y responsabilidades que cada actor debe asumir y la mejor manera de anticiparse, adoptar compromisos a nivel corporativo y posicionarse ante la competencia y el cliente, más allá del simple cumplimiento legal. 

Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a alcanzar tus objetivos de sostenibilidad.