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Reglamento de envases y residuos de envases (PPWR)
El Reglamento de envases y residuos de envases (PPWR, por sus siglas en inglés Packaging and Packaging Waste Regulation) del Parlamento Europeo y del Consejo, marca un hito crucial en la política de la Unión Europea hacia una economía más circular y sostenible. Publicado formalmente en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) el 22 de enero de 2025, este reglamento no solo actualiza la legislación anterior en materia de envases, sino que introduce un cambio de paradigma con implicaciones significativas para empresas y consumidores.
A diferencia de las directivas, que establecen objetivos que los Estados miembros deben alcanzar a través de su propia legislación, el PPWR es un reglamento, lo que significa que es directamente aplicable en todos los países de la UE sin necesidad de transposición nacional. Tras su publicación, se inicia un período de transición de 18 meses para su plena implementación, durante el cual las empresas deberán adaptarse a los nuevos requisitos.
El objetivo central del PPWR es ambicioso: reducir drásticamente la generación de residuos de envases y avanzar hacia una economía circular donde los envases se reutilicen, reciclen y valoricen de manera efectiva. Esto implica un enfoque integral que abarca desde el diseño y la producción de envases hasta su gestión al final de su vida útil.
En este artículo, analizaremos en detalle los requisitos clave que impone esta normativa, a quiénes afecta directamente (incluyendo fabricantes, importadores, distribuidores y minoristas), y cuáles son las implicaciones prácticas para las empresas en diferentes sectores.
Objetivos y requisitos del PPWR
Reducir los envases y restringir determinados tipos
Uno de los pilares fundamentales del Reglamento PPWR es la reducción sustancial de los residuos de envases. El reglamento establece objetivos vinculantes de reducción de residuos de envases, tomando como referencia los niveles de 2018.
- Reducción del 5% para 2030
- Reducción del 10% para 2035
- Reducción del 15% para 2040
Además de los objetivos generales de reducción, el PPWR introduce medidas específicas para minimizar el peso y el volumen de los envases, asegurando que se utilice la cantidad mínima necesaria de material sin comprometer la funcionalidad del envase. Esto se traduce en:
- Optimización del diseño de los envases: Se busca que los envases sean lo más eficientes posible en términos de uso de materiales, evitando el sobreenvasado y el uso innecesario de recursos.
- Ratio máxima de espacio vacío: Para los envases colectivos (aquellos que contienen múltiples unidades de un producto), de transporte (utilizados para el envío de mercancías) y de comercio electrónico (destinados a la venta online), se establece una ratio máxima de espacio vacío del 50%.
Prohibir plásticos de un solo uso y determinadas sustancias
A partir de 2030, el PPWR introduce prohibiciones específicas para ciertos envases de plástico de un solo uso, centrándose en aquellos que se consideran especialmente problemáticos debido a su alto volumen de consumo y su impacto ambiental.
- Envases para frutas y verduras frescas de menos de 1,5 kg
- Alimentos que se consumen en restaurantes y cafeterías
- Bolsas de menos de 15 micras
- Porciones individuales de alimentos
- …
Además de las restricciones a los plásticos de un solo uso, el PPWR también aborda el problema de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS). Estas sustancias químicas, ampliamente utilizadas en diversos productos, han generado preocupación debido a su persistencia en el medio ambiente y sus posibles efectos negativos para la salud humana. El reglamento prohíbe el uso de PFAS por encima de ciertos umbrales en los envases en contacto con alimentos.
Fomentar la reutilización y la opción de recarga para los consumidores
El PPWR establece objetivos ambiciosos de reutilización para los envases de bebidas, buscando un cambio significativo en los hábitos de consumo:
- 10% de envases de bebidas para 2030 y un 40% para 2040.
El reglamento también hace énfasis en la reutilización de los embalajes de transporte como palés, cajas, etc., reconociendo su importancia en la logística y la distribución de mercancías:
- Mínimo 70% de envases terciarios reutilizable para 2040
Los distribuidores también juegan un papel crucial en el fomento de la reutilización, y el PPWR les impone ciertas obligaciones:
- Ofrecer 10% de productos en formato reutilizable para 2030
- Aceptación de envases propios aportados por los consumidores. En 2026 se prevé la aprobación de un acto delegado que establecerá el número mínimo de reutilizaciones para los envases.
Fomentar el grado de reciclabilidad de los envases
Otro elemento clave del Reglamento PPWR es la introducción de requisitos de reciclabilidad armonizados para todos los envases que se introduzcan en el mercado de la UE. El PPWR establece un sistema de clasificación de la reciclabilidad de los envases, basado en la eficiencia del proceso de reciclado:
- Grado A: 95% de eficiencia de reciclado
- Grado B: 80% de eficiencia de reciclado
- Grado C: 70% de eficiencia de reciclado
De acuerdo con esta clasificación, para 2030 todos los envases deberán alcanzar un grado mínimo de reciclabilidad (B) para poder introducirse en el mercado. En 2028, se prevé la publicación de un acto delegado sobre criterios de diseño para el reciclado y calificaciones de rendimiento de reciclado.
Aumentar la compostabilidad
El Reglamento PPWR también aborda la compostabilidad como una opción de gestión para ciertos tipos de residuos de envases, especialmente aquellos que están contaminados con restos de alimentos y que, por lo tanto, son difíciles de reciclar mecánicamente.
El reglamento se centra en los siguientes tipos de envases:
- Bolsas de té
- Monodosis de café
- Etiquetas adhesivas en frutas y verduras
Se exige que estos envases sean compatibles, como mínimo, con las normas sobre compostaje industrial. Adicionalmente, si el Estado miembro lo exige, también serán compatibles con las normas sobre compostaje doméstico.
Mejorar la información de etiquetado
El Reglamento también hace hincapié en la mejora de la información proporcionada a los consumidores a través del etiquetado de los envases. Por esta razón, el PPWR establece la obligatoriedad de un etiquetado armonizado que proporcione información clara y concisa sobre:
- Composición del material
- Contenido reciclado
- Instrucciones para la gestión del residuo
- Compostabilidad
- Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR)
Fomentar la recogida separada y el reciclado de residuos
Con el objetivo de aumentar las tasas de reciclaje, el PPWR establece objetivos mínimos de reciclaje por peso para los residuos de envases:
- Para 2029, el 90 % de los envases de bebidas de plástico y metal de un solo uso (hasta tres litros) deberán recogerse por separado mediante sistemas de depósito y retorno (SDR) siempre que en el país no se haya conseguido un 80% de recogida separada en 2026.
El PPWR también aborda el tema de la financiación de la gestión de residuos a través de las tarifas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP):
- Armonización y ecomodulación de las tarifas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) en cada Estado miembro en función de las credenciales de reciclabilidad de los envases y el contenido reciclado.
Se prevé que para 2028 se establezca un marco a nivel europeo para la modulación de la tarifa de RAP, lo que proporcionará mayor claridad y coherencia en la aplicación de este sistema en todos los Estados miembros.
Aumentar el contenido reciclado post-consumo de los envases
Por último, el PPWR también establece objetivos específicos y obligatorios de contenido reciclado post-consumo para los envases de plástico, con metas para 2030 y 2040. Estos objetivos varían según el tipo de envase y su aplicación, però se destacan las botellas de plástico de un solo uso que deben cumplir el 65% de contenido reciclado para 2040.
¿Cuáles son los sectores afectados?
El PPWR afecta, en mayor o menor medida, a todos los sectores involucrados en el diseño, la producción, el uso, la manipulación y la gestión al final de vida de los envases. Los requisitos sobre reciclabilidad, los objetivos de contenido reciclado, la reutilización y recarga, los sistemas de depósito y retorno (SDR) y la ecomodulación de la RAP son las medidas que implican a un mayor número de actores en la cadena de valor de los envases.
Estos sectores incluyen, entre otros, a los fabricantes de materias primas (monómeros, polímeros, etc.), fabricantes de envases y transformadores de plástico, productores de bienes de gran consumo, distribuidores con marcas propias, productores de productos sanitarios, empresas de logística, empresas de comercio electrónico y gestores de residuos y recicladores.
No obstante, el PPWR contempla diversas exenciones. Por ejemplo, se eximen de los requisitos de reciclabilidad los envases de dispositivos médicos y fórmulas y alimentos infantiles; de los objetivos de contenido reciclado, los envases de alimentos para fines médicos especiales y mercancías peligrosas; y de los objetivos de reutilización y recarga, las microempresas.
¿Como deben preparase las empresas?
Los actos delegados en elaboración influyen en la forma en que las empresas se adaptan a los requisitos de cumplimiento. Un ejemplo es la ecomodulación de la RAP. Hasta ahora, los productores se han responsabilizado de la gestión al final de la vida útil de sus productos y envases contribuyendo en proporción al peso de estos puestos en el mercado. Actualmente, se está avanzando hacia una ecomodulación de tarifas centrada principalmente en mejorar el reciclado y la gestión de residuos de envases, aplicando criterios para favorecer la transición de materiales poco reciclables a materiales fácilmente reciclables.
La ecomodulación también debe ser un componente determinante de la RAP para incentivar el ecodiseño, ya que la RAP impone responsabilidad por el desempeño ambiental de los envases durante todo su ciclo de vida.
De forma similar, las empresas pueden investigar nuevos modelos de negocio, como la reutilización y la recarga, trabajar con la cadena de suministro para asegurar el contenido reciclado o el uso de materias primas más sostenibles para sus envases, y establecer colaboraciones dentro de la cadena de valor, entre otras acciones.
En este sentido, adoptar un enfoque proactivo es lo más beneficioso a largo plazo. Las empresas deben analizar sus catálogos de productos y envases, considerando todos los impactos y factores relevantes, para identificar áreas prioritarias, facilitar la toma de decisión y desarrollar estrategias que contribuyan no solo al estricto cumplimiento legal, sino que también aborden un enfoque integral del ciclo de vida de los envases y sus alternativas a nivel estratégico.
¿Cómo puede ayudar Anthesis?
Anthesis ofrece un abanico completo de servicios para ayudar a las empresas de cualquier sector a cumplir con el nuevo Reglamento PPWR. Desde el análisis inicial de la situación y la identificación de áreas prioritarias, incluyendo la revisión del cumplimiento legal, el desarrollo de herramientas, hasta el desarrollo de soluciones estratégicas, Anthesis acompaña a sus clientes en todas las fases del proceso.
Esto incluye el apoyo en la creación de políticas y estrategias de cumplimiento normativo y de envases sostenibles, la facilitación de la colaboración a lo largo de la cadena de valor, el desarrollo de planes de acción y pruebas piloto, la implementación de ecodiseño y la exploración de nuevos modelos de negocio.
Anthesis también ofrece servicios de análisis del ciclo de vida (ACV), o declaraciones ambientales de producto (EPD), entre otros, utilizando herramientas especializadas y brindando capacitación para la autonomía en el cálculo de impactos ambientales.
Además, a través de soluciones digitales como Compliance Suite y Portfolio Pro, Anthesis facilita la recopilación, gestión de datos y modelado de la huella ambiental de productos, permitiendo una gestión integral y eficiente del cumplimiento del PPWR.
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