Tendencias de sostenibilidad para 2025

El panorama de la información ESG experimentará una transformación significativa en 2025, impulsada por los nuevos requisitos de información, la armonización mundial de las normas y una mayor responsabilidad.   

Los esfuerzos de armonización, como el paquete de simplificación ómnibus propuesto por la UE, pretenden racionalizar el cumplimiento en todas las jurisdicciones, al tiempo que surge una combinación de información voluntaria y obligatoria. La rendición de cuentas aumentará con mayores exigencias de garantía y la integración de soluciones digitales para una gestión fiable de los datos ESG. Las empresas proactivas que se adapten a estos cambios pueden mejorar su cumplimiento, reforzar la confianza de los grupos de interés y alinearse con objetivos de sostenibilidad más amplios. 

Lo que cabe esperar en 2025:

• Nuevas normas de información: El impacto de las normas, como las normas CSRD y ISSB de la UE, se dejará sentir en todo el mundo con nuevos plazos de presentación de informes e interpretaciones locales.  
• Centrarse en la rendición de cuentas: La garantía limitada y los complejos requisitos de divulgación exigirán que las empresas garanticen la exactitud de los datos y apliquen sistemas de gestión y controles internos sólidos.  
• Esfuerzos de armonización: Iniciativas como el paquete de simplificación ómnibus propuesto por la UE tienen como objetivo alinear normativas como la CSRD, la C3D y la Taxonomía de la UE para simplificar el cumplimiento y mejorar la comparabilidad de las divulgaciones ESG entre organizaciones y jurisdicciones.  
• De marcos voluntarios a obligatorios: Una combinación cada vez mayor de marcos voluntarios y obligatorios a nivel nacional, con periodos transitorios para preparar a las organizaciones para el cumplimiento de las normas exigidas. 

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Los consumidores y los organismos reguladores exigen una mayor transparencia, por lo que las declaraciones ambientales están bajo la lupa como nunca antes. Las declaraciones engañosas sobre sostenibilidad, o greenwashing, pueden dañar gravemente la credibilidad de la marca y acarrear sanciones normativas.  

Es crucial posicionar declaraciones ambientales creíbles respaldadas por la ciencia y la verificación de terceros. Nuestras soluciones a medida ayudan a las empresas a hacer declaraciones transparentes y fundamentadas, garantizando que cumplen los requisitos normativos y fomentan la confianza del consumidor. 

Lo que cabe esperar en 2025:

• Mayor aplicación de la Directiva de la UE sobre green claims y políticas similares en todo el mundo.  
• Reacción de los consumidores contra las marcas que exageran sus logros en materia de sostenibilidad.  
• Aumento de la demanda de certificaciones y normas para verificar las declaraciones. 
• Las marcas deben centrarse en la autenticidad y la transparencia, aprovechando la validación de terceros para superar estos retos con eficacia. 

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El Mercado Voluntario de Carbono (MVC) está evolucionando rápidamente, impulsado por la urgencia de la acción climática y los recientes avances de la COP29 de Bakú.

Lo que cabe esperar en 2025:

• Los créditos de carbono de alta calidad se están convirtiendo en una prioridad, con un mayor énfasis en los proyectos que ofrecen co-beneficios medioambientales y sociales verificados.  
• Las soluciones basadas en la naturaleza -como la reforestación y la restauración de humedales- están ganando adeptos a medida que los inversores tratan de abordar simultáneamente la biodiversidad y el secuestro de carbono.  
• La adquisición de créditos de carbono se está integrando cada vez más en las estrategias corporativas de Net Zero para abordar las emisiones residuales al tiempo que se alinean con los objetivos basados en la ciencia.  
• La brecha entre la oferta y la demanda de créditos de alta calidad está impulsando la inversión en soluciones escalables basadas en la naturaleza y la tecnología.  
• Las normas y los marcos reguladores más sólidos, destacados en la COP29, pretenden armonizar las prácticas en los mercados voluntarios y de cumplimiento, garantizando la responsabilidad y el impacto. 

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Es costumbre fijar objetivos en enero, pero en 2025 esta tradición parece menos optimista. Este punto intermedio fundamental en la «Década de Acción» de la ONU hace que las empresas evalúen sus objetivos de sostenibilidad y se den cuenta de que muchos no están bien encaminados para 2030.

Los retos sistémicos, los objetivos demasiado ambiciosos y la incertidumbre política, incluido el posible impacto de una administración Trump, están haciendo que las empresas duden o se lo replanteen. Algunas están revisando sus objetivos para reflejar realidades prácticas, mientras que otras corren el riesgo de paralizar por completo sus avances.

Lo que cabe esperar en 2025:

• Por qué algunas empresas no cumplen sus compromisos de sostenibilidad para 2025.  
• Cómo podrían influir los posibles retrocesos políticos de la Administración Trump en las estrategias ESG a escala mundial.  
• Un análisis de tendencias como el greenwashing y el greenhushing, junto con los riesgos normativos que plantea la Directiva sobre Green Claims de la UE. 
• Asesoramiento sobre la revisión de los objetivos de sostenibilidad para garantizar que sean realistas, mensurables y acordes con las capacidades empresariales.  
• Consejos prácticos para comunicar las actualizaciones de los objetivos de sostenibilidad a fin de mantener la credibilidad y el impulso. 

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A medida que el panorama de la sostenibilidad sigue evolucionando, 2025 se perfila como un año crucial para integrar la acción por el clima, la conservación de la naturaleza y el impacto social en estrategias cohesionadas. Esta intersección ya no se ve como una serie de esfuerzos aislados, sino como un marco poderoso e interconectado que ofrece beneficios medioambientales y sociales cuantificables. Para las empresas con visión de futuro, este enfoque integrado representa una ventaja estratégica, ya que ofrece oportunidades para impulsar un cambio significativo y, al mismo tiempo, posicionarse como líderes en el espacio de la sostenibilidad. 

Lo que cabe esperar en 2025:

• Modelos empresariales positivos para la naturaleza: Las empresas están integrando la regeneración y restauración de la naturaleza en sus estrategias básicas, garantizando contribuciones cuantificables para detener e invertir la pérdida de biodiversidad, así como para la resiliencia de la empresa y el crecimiento del negocio.   
• Equidad social en las soluciones climáticas y naturales: Las iniciativas de acción por el clima dan cada vez más prioridad a la justicia social, centrándose en la mejora de los medios de vida de las comunidades vulnerables y abordando la desigualdad como parte de sus esfuerzos de sostenibilidad.  
• Mecanismos de financiación mixta: Las asociaciones entre los sectores privado, público y filantrópico están impulsando la inversión en proyectos que ofrecen tanto resiliencia climática como impacto social, colmando las lagunas de financiación en regiones desatendidas.  
• Supervisión e información basadas en la tecnología: Los avances tecnológicos permiten a las empresas medir y notificar los efectos combinados de las iniciativas climáticas, naturales y sociales con mayor precisión y transparencia.  
• Integración de políticas y normativas: Los gobiernos y las organizaciones internacionales están introduciendo marcos que incentivan a las empresas a alinear los objetivos climáticos, naturales y sociales con el cumplimiento de la normativa.