Comparte este artículo
En 2015 el desperdicio alimentario cobró importancia a nivel global cuando la Asamblea General de la ONU lo incluyó dentro de la Agenda 2030. En concreto, las pérdidas y el desperdicio alimentario (PDA) se incluyeron en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 (ODS12), el cual pretende garantizar una producción y consumo sostenibles. De los 8 metas del ODS12, la tercera, conocida como la Meta 12.3 (Target 12.3), establece que:
“De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.”
Y ¿por qué es importante las PDA?
- Un tercio de los alimentos producidos en el mundo son desperdiciados en algún eslabón de la cadena alimentaria.
- Alrededor del 10% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero son causadas por las PDA, y
- las PDA causan unas pérdidas económicas anuales de 940 mil millones $, así como inseguridad alimentaria.
La Unión Europea comprometida con la Meta 12.3
En Julio del 2023, la Comisión Europea presentó una propuesta de revisión de la Directiva en residuos, en la que se propone que, de aquí a 2030, los Estados miembros reduzcan el PDA en un 10%, en el procesamiento y la fabricación, y en un 30% (per cápita), conjuntamente en el comercio minorista y el consumo (restaurantes, servicios de alimentación) y hogares.
Sin embargo, el pasado marzo en el Parlamento Europeo se votó la primera lectura de dicha propuesta en la que se propusieron objetivos vinculantes más estrictos a nivel nacional para cumplirse antes del 31 de diciembre de 2030:
- Al menos el 20 % en el procesamiento y la fabricación de alimentos (en lugar del 10 % propuesto por la Comisión Europea).
- El parlamento también quiere que la CE evalúe si se deben introducir objetivos más altos para 2035 (al menos el 30% y el 50% respectivamente) y, en caso afirmativo, les pide que presenten una propuesta legislativa.
Como resultado, la Directiva marco sobre residuos (textiles y residuos de alimentos) pasará ahora a negociaciones entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, y se espera alcanzar un acuerdo final durante el próximo mandato del Parlamento Europeo tras las elecciones europeas en junio.
Cataluña y España pioneras en legislar sobre la prevención de las PDA
En marzo del 2020, Cataluña marcó un hito cuando el Parlamento Catalán aprobó la ley sobre PDA. Esta ley tiene como objetivo establecer acciones de prevención para reducir las PDA y aumentar el aprovechamiento y la valorización de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria.
Esta nueva ley afecta a todos los agentes de la cadena alimentaria (empresas alimentarias y del sector de la hostelería o la restauración, entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro que distribuyen alimentos, administración pública, consumidores y espigadores) y marca obligaciones como:
- Disponer de un plan de prevención de las pérdidas y el despilfarro alimentarios
- Reducir, medir e informar anualmente sobre la cuantificación de las PDA,
- Contabilizar los productos alimentarios que se destinen a la distribución gratuita o a la alimentación animal.
- Adoptar las medidas oportunas para aplicar a las PDA la jerarquía de prioridades
- Evitar actuaciones orientadas a dejar los alimentos en condiciones no aptas para su consumo o valorización
En mayo del 2023 el congreso catalán aprobó la ley catalana y se prevé que en el 2024 se apruebe finalmente el reglamento para mitigar el PDA, según la ley aprobada en 2020.
A nivel español, se elaboró un proyecto de Ley de Prevención de las PDA que ha sido aprobado por el Consejo de Ministros en Enero de este año, después de encontrarse en el Senado durante la pasada legislatura y decaerse por la disolución de las Cortes Generales. Como en el caso de la ley catalana, la ley española obligará a las empresas a definir un plan de prevención de las PDA y establece un sistema sancionador. El proyecto de ley establece su fecha de entrada en vigor el 1 de enero del año 2025.
El reto de eliminar las pérdidas y desperdicio alimentario
Tal y como define la Ellen Macarthur Foundation1, un sistema alimentario circular es aquel que asegura que los alimentos nunca se convierten en residuos y que brinda oportunidades económicas, aborda el cambio climático, protege la biodiversidad y genera una mayor resiliencia a largo plazo.
La eliminación del desperdicio es la piedra angular de la economía circular de la alimentación, algunas de las posibles soluciones aportadas por la Fundación Ellen MacArthur para el desperdicio dentro del sistema alimentario consisten en:
- Prevenir el desperdicio y la pérdida de alimentos comestibles
- Redistribuir los excedentes de alimentos comestibles
- Convertir los subproductos alimentarios en nuevos productos tales como: ingredientes de alimentos, insumos para la agricultura, nuevos materiales, bioenergía
En este contexto, la jerarquía de los recursos alimentarios muestra la priorización en la gestión de pérdidas y desperdicios de las operaciones de la cadena alimentaria. La prioridad es reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos, las acciones deben aplicarse según se enumeran, la prevención contempla en primer lugar las pérdidas y desperdicios no generados, segundo lugar los distribuidos para consumo humano y tercero para alimentación animal.
A partir de aquí ya se considera que se genera el desperdicio y se gestión ya sea vía reciclaje, valorización o eliminación siguiendo este orden. No obstante, a veces no es posible seguir la jerarquía, por lo que las decisiones sobre el destino final de las pérdidas y desperdicio de alimentos pueden depender del coste, las instalaciones y la infraestructura disponibles. Cuanto más arriba en la jerarquía, más beneficioso es para la organización y el medio ambiente.
Para conseguir este sistema alimentario circular se requiere un nivel de colaboración entre los diversos actores: marcas y fabricantes de alimentos, minoristas, entes locales o municipios, restaurantes, gestores de residuos y ganaderos principalmente.
Beneficios de una estrategia corporativa de reducción de pérdidas y residuos alimentarios
Impulsa la mejora del rendimiento empresarial mediante la eficiencia operativa y la reducción de costes.
- Alineación con los objetivos corporativos de sostenibilidad, demostrando un compromiso con la responsabilidad medioambiental, que puede crear una imagen de marca y una reputación positivas.
- Adherirse a la agenda de las Naciones Unidas, cumpliendo y promoviendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Promover la circularidad y reducir los residuos a lo largo de la cadena de valor mediante operaciones eficientes.
- Ofrecer a los empleados oportunidades para innovar y reducir el impacto medioambiental global.
- Cadenas de suministro eficientes, gestión optimizada de inventarios y mejora de las previsiones, lo que permite agilizar las operaciones y reducir las interrupciones de la cadena de suministro.
- Uso de tecnologías, maquinaria y herramientas nuevas y emergentes.
- Reducir la huella ambiental de la producción alimentaria, desde el consumo de recursos hasta las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cuáles deben ser los primeros pasos para las empresas?
Mientras los distintos marcos regulatorios están en proceso de aprobación e implementación, ante el reto global inaplazable de reducir las pérdidas y desperdicio alimentario y el impacto social, ambiental y económico que conllevan, las empresas pueden anticiparse y comprometerse de forma voluntaria con la reducción de las PDA. Existen iniciativas como la hoja de ruta y herramientas para la reducción de las pérdidas y desperdicio alimentario desarrolladas por WRAP2 la cual está dirigida a las empresas de toda la cadena del sector alimentario del Reino Unido, desde sector primario, productores, distribuidores, minoristas y servicios de alimentación, con el fin de aunar esfuerzos ante el compromiso del ODS 12.3. La iniciativa ya ha dado sus primeros resultados y proporciona una hoja de ruta, acciones específicas por sector, así como herramientas para medir e informar que son de acceso libre para las empresas que las deseen aplicar.
En el caso de las empresas productivas, es recomendable iniciar un estudio de cuantificación de pérdidas y desperdicios alimentarios, así como identificación de sus causas y su potencial de reducción.
El potencial de reducción y circularidad de los residuos alimentarios se fundamenta en múltiples áreas que deben abordarse de forma coordinada. Desde Anthesis creemos que existen un mínimo de seis áreas foco que deben considerarse de forma integrada para reducir el desperdicio y fomentar la circularidad: la regulación, el producto y mercado, la producción y operaciones, la innovación y la tecnología, la cultura y recursos y los grupos de interés.
A continuación, se muestran y detallan en el siguiente esquema:
¿Cómo puede ayudar Anthesis?
Anthesis tiene un amplio conocimiento y experiencia de principio a fin ayudando a los clientes a comprender, medir, informar y reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena de valor, así como de realizar auditorías de PDA.
Trabajamos con minoristas de alimentos, fabricantes, productores, comunidades de inversores y organismos industriales para promover la reducción de PDA en consonancia con los compromisos de descarbonización y de impacto social.
Nuestro equipo de PDA ofrece un profundo conocimiento y experiencia aplicados a su entorno empresarial y trabaja en acuerdos y protocolos globales sobre PDA para tener un impacto positivo en una transformación más amplia del sistema alimentario.
Desde análisis de residuos operativos y de la cadena de valor hasta evaluaciones de mercado, nuestros servicios cubren el apoyo a la economía circular, la huella de residuos y la asistencia integral en la reducción y la prevención de PDA. Brindamos experiencia en datos, métricas e informes de residuos y estrategias con hojas de ruta para la eficiencia de los recursos.
Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a conseguir tus objetivos de sostenibilidad.