Por qué la crisis de la biodiversidad es una crisis empresarial

22nd octubre 2024

hummingbird bird biodiversity nature

La naturaleza no es simplemente un paisaje de fondo, sino la base de nuestra calidad de vida y de la economía global. De hecho, el Foro Económico Mundial (WEF) sitúa sistemáticamente la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas entre los principales riesgos mundiales, lo que refleja la preocupación generalizada entre expertos y líderes por las posibles consecuencias devastadoras, como la interrupción de las cadenas de suministro, la escasez de recursos y el aumento de los costos operativos.

En este artículo analizamos por qué, más que nunca, las empresas deben empezar a abordar sus riesgos naturales en medio de la actual crisis de biodiversidad.

El estado actual de la pérdida de la biodiversidad y la naturaleza

La biodiversidad abarca la diversidad de la vida en la Tierra y es esencial para mantener la resistencia y funcionalidad de la naturaleza. El marco de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services, IPBES por sus siglas en inglés) divide la biodiversidad en tres niveles:

  1. Los genes: La diversidad genética dentro de las especies es esencial para la adaptación y supervivencia. Esta diversidad provee la materia prima para la evolución y la capacidad de ajustarse a entornos cambiantes, lo que garantiza la supervivencia de las especies y su resistencia frente a enfermedades y cambios ambientales.
  2. Especies: Se refiere a la variedad y abundancia de especies en los ecosistemas, que incluye tanto la riqueza de especies (número de especies) como la uniformidad (distribución de individuos entre las especies). Juega un papel clave en la estabilidad, productividad y funcionalidad de los ecosistemas. La diversidad de especies impulsa procesos ecológicos clave como la polinización, el ciclo de nutrientes y las redes tróficas, garantizando que los ecosistemas sigan siendo resistentes y productivos.
  3. Ecosistemas: Cada ecosistema ofrece servicios únicos, como la purificación del agua, la regulación del clima y la formación del suelo, esenciales para el bienestar humano y las actividades económicas. Los ecosistemas están formados por diversos hábitats, como bosques, humedales y océanos, que prestan servicios esenciales como la filtración del agua, el almacenamiento de carbono y la polinización.

Por desgracia, el ritmo actual de pérdida de biodiversidad no tiene precedentes en la historia de la humanidad, con cerca de un millón de especies animales y vegetales al borde de la extinción. Este alarmante ritmo de pérdida de especies, impulsado principalmente por las actividades humanas, ha suscitado serias preocupaciones sobre el futuro de los ecosistemas del planeta y los servicios esenciales que prestan.

La aceleración del declive de la biodiversidad se debe principalmente a cinco factores clave de origen humano:

  1. Cambio del uso del suelo y del mar: La conversión de hábitats naturales como bosques, humedales y océanos en zonas agrícolas o urbanas conduce a la pérdida y fragmentación del hábitat, perturbando los ecosistemas y desplazando a las especies. 
  2. Explotación directa de organismos: La sobrepesca, la caza excesiva y las prácticas madereras insostenibles agotan las poblaciones, alteran las redes tróficas y pueden llevar a la extinción de especies.
  3. Cambio climático: El aumento de las temperaturas, los cambios en los patrones de precipitaciones y la acidificación de los océanos alteran los hábitats, obligando a las especies a adaptarse o migrar, aumentando el riesgo de extinción. 
  4. Contaminación: La liberación de contaminantes en el aire, el agua y el suelo contamina los ecosistemas, perjudicando a la fauna y alterando los procesos naturales.
  5. Especies exóticas invasoras: Las especies no autóctonas introducidas en nuevos entornos pueden superar a las especies autóctonas, alterar los ecosistemas y causar daños económicos. 

Las operaciones empresariales desempeñan un papel crucial en cada uno de estos factores inducidos por el hombre, por lo que es esencial que las empresas participen en los esfuerzos coordinados necesarios para enfrentar la crisis de biodiversidad. Afortunadamente, al adoptar medidas positivas para la naturaleza, Las empresas no solo pueden reducir su impacto sobre la biodiversidad y la pérdida de naturaleza, sino que también pueden mejorar su capacidad de adaptación frente a futuros desafíos naturales y climáticos.

La importancia de evitar la «visión de túnel del carbono»

La respuesta global a las preocupaciones medioambientales ha estado dominada recientemente por un enfoque centrado en el cambio climático, lo que a veces conduce a una “visión de túnel del carbono”. Este enfoque limitado puede eclipsar la importancia crucial de la naturaleza, incluida la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, tanto para la salud del planeta como para la resiliencia de las empresas

De hecho, las interacciones entre el cambio climático, las actividades humanas y la naturaleza forman una red compleja e interconectada. Actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la conversión de ecosistemas naturales impulsan el cambio climático, que a su vez provocan la pérdida de la naturaleza. Esta pérdida, manifestada en la deforestación y el cambio de uso del suelo, agrava aún más el cambio climático al liberar el carbono almacenado.

Estos desafíos no existen de forma aislada, sino que interactúan, se exacerban y amplifican mutuamente, creando un peligroso ciclo de retroalimentación que plantea riesgos significativos tanto para los ecosistemas como para las empresas de todos los sectores. Este ciclo afecta a las personas a través de fenómenos meteorológicos extremos, el aumento del nivel del mar y la disminución de la seguridad alimentaria.

A la inversa, los sistemas naturales ayudan a regular el clima, y la implementación de soluciones centradas en la naturaleza puede ayudar a mitigar estos efectos del cambio climático. Por ejemplo, las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, la restauración de humedales y la gestión sostenible de la tierra, son esenciales para el secuestro de carbono y la mitigación del cambio climático, ofreciendo numerosos beneficios adicionales para la biodiversidad, la seguridad. hídrica y la resiliencia de las comunidades.

Al ampliar su perspectiva más allá de las emisiones de carbono, las empresas pueden adoptar un enfoque más holístico hacia la gestión medioambiental. Integrar soluciones basadas en la naturaleza en sus estrategias permite a las empresas enfrentar simultáneamente los desafíos interconectados del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, promoviendo un futuro más sostenible y resiliente tanto para el planeta como para sus operaciones.

Argumentos económicos a favor de la naturaleza

Las empresas tienen impactos y dependencias de la naturaleza. Una dependencia es un activo medioambiental o un servicio ecosistémico del que depende una persona u organización para funcionar y que, a su vez, puede afectar a la percepción del valor empresarial por parte de un inversor. Los impactos, que pueden ser positivos o negativos, se refieren a un cambio en la calidad o el estado de la naturaleza.

Las empresas que impactan negativamente en la naturaleza crean un efecto dominó, elevando el riesgo para otras empresas y, en los casos en que operan simultáneamente en ambos lados de esa relación, para sí mismas. A la inversa, también pueden desarrollar tecnologías y otras soluciones para proteger, regenerar y restaurar los ecosistemas, creando nuevas oportunidades para los inversores.

Para las empresas y los inversores que operan en sectores que dependen en gran medida del capital natural, como la agricultura, la pesca y la acuicultura, y la silvicultura, ignorar los riesgos y oportunidades derivados de esta pérdida podría tener graves repercusiones negativas. Comprender la interconexión de las áreas medioambientales es crucial para que las empresas evalúen y mitiguen eficazmente sus riesgos, se adapten a un planeta cambiante e identifiquen oportunidades de crecimiento sostenible.

A pesar de este impacto potencial, los estudios revelan que muchos prestamistas, inversores y empresas no tienen suficientemente en cuenta los riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza. El estudio 2023 Nature Benchmark de 350 empresas del sector agroalimentario realizado por la World Benchmarking Alliance reveló que solo el 28% de las empresas del sector agroalimentario informan de sus avances en los objetivos relacionados con la naturaleza, a pesar de encontrarse entre los sectores que más dependen de ella. Además, cero empresas evalúan y divulgan de forma holística su dependencia de la naturaleza.

Del mismo modo, sólo el 19% de las instituciones financieras analizadas por el Global Canopy Programme (principalmente gestores de activos, fondos de pensiones, aseguradoras y bancos) contaban con políticas de deforestación para todas las materias primas con riesgo de deforestación, mientras que el 68% no tenía ninguna política al respecto.

Dar el siguiente paso

Abordar la crisis de la biodiversidad exige esfuerzos urgentes y coordinados para mitigar los efectos de la actividad humana sobre la biodiversidad y el clima. Para las empresas, esto significa integrar las consideraciones sobre biodiversidad en sus operaciones y cadenas de valor. Adoptando prácticas sostenibles, reduciendo su huella ecológica e invirtiendo en iniciativas positivas para la naturaleza, las empresas no sólo pueden ayudar a preservar la rica diversidad de la vida, sino también mejorar su resistencia y competitividad.

La protección de la biodiversidad no es sólo un imperativo medioambiental, sino una oportunidad empresarial estratégica que puede impulsar la innovación, reducir los riesgos y construir un futuro sostenible para todos.

Nuestros expertos capacitan a las organizaciones para acelerar el camino hacia un futuro positivo para la naturaleza mediante el desarrollo de soluciones que alinean los objetivos empresariales con los límites del sistema terrestre, reforzando la resiliencia de las empresas y los ecosistemas por igual.


Este artículo ha sido escrito en colaboración con Catherine Lange, Claire McCollough, Tyler Moran y Cate Starmer como parte del programa MBA de Innovación Sostenible de la Universidad de Vermont. Nuestros expertos en Soluciones Positivas para la Naturaleza trabajaron recientemente con el programa para desarrollar una investigación sobre la intrincada relación entre las empresas y la naturaleza, explorando los riesgos y oportunidades asociados con el capital natural y los servicios ecosistémicos, y proporcionando estrategias procesables para que las empresas desarrollen resiliencia y prosperen en un futuro cada vez más incierto.

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